domingo, 17 de junio de 2007

“No Sabemos Amar"

“En una ocasión, mientras llevaba a cabo una conversación tuve la oportunidad de escuchar el pensamiento de otra persona, había logrado llegar al sueño de todo ser humano, entrar no solo a las ideas sino a los sentimientos de esa persona, lo peor de todo fue que en ese momento, creí que sabía amar. “La mirada es la ventana del alma” lo expreso ella sin titubear, no supe si realmente lo había dicho o solo era un pensamiento y fue así que decidí dejar de mirarla"

Con el paso del tiempo, he entendido porque deje de mirarla. Mis ojos permanecían abiertos, mi mente decía no estar cerrada, había sentimientos que corrían a través de mi piel, corrían ordenados por mi cuerpo hasta quedar guardados en mi pecho, justo donde una vez escuche, era donde se encontraba el alma. No necesitaba mirarla, mis otros cuatro sentidos estaban muy bien, el tacto de mis manos rozaba finamente su piel aterciopelada generando emociones que se perfilaban para llegar directamente a mi corazón, mi olfato se agudizo a tal grado de poder percibir sus movimientos cuando el viento arrojaba su aroma por el aire mientras que el suave sonido de su vos arrullaba mi mente a través de mis oídos al tiempo que mis labios se unían a los suyos para jurar mágicamente un amor eterno. No era necesario nada mas, mi vista se fijaba y la observaba pero no abría la ventana de mi mirada, de cualquier manera mi alma ya estaba enamorada.

“No sabemos amar”, fue el segundo pensamiento que escuche, solo que esta ves era mió. Ya había perdido la compañía de mi mágico amor eterno que se había convertido en una eterna decepción, así es, esta ves creí estar decepcionado, pensaba que mi alma no se encontraba en mi pecho, que incluso podría no existir y los sentimientos realmente daban solo vueltas hasta desaparecer. Habría entonces encontrado una felicidad falsa que aparentemente me mantenía tranquilo. “No sabemos amar” se escucho otra ves mi pensamiento, quizás era solo una forma errónea de no querer sentirme culpable.

Entonces se viene la soledad y con la soledad la oportunidad de pensar bien las cosas. Me doy cuenta que crei que el amor me traeria felicidad, pero en realidad mi propia felicidad me atraeria el amor. Ahora yo ya no trato de hablar de esa decepcion, tampoco he querido hablar del amor, ahora solo pienso en mi felicidad.

La razón de la vida, para mi, es la felicidad. Me gustaría que fuera la felicidad sin ningún sinónimo. Solo eso, felicidad, pero no puedo, no he podido ser simple y sencillamente feliz, porque siempre busco la manera de no serlo, siempre quiero que mi felicidad abarque mucho mas, porque se que así no podré serlo. Le agrego sinónimos a la palabra. Si quiero ser feliz, tengo que estar enamorado, si quiero ser feliz tengo que obtener trabajo, tener dinero, tener una familia, salir de viaje, tener una casa grande, tener tiempo para esto y aquello. El tiempo, el dinero, todas estas cosas son obstaculos para la felicidad.

Después de todo esto, se me viene a la mente una idea. ¿Porque creer que necesito todas esas cosas para ser feliz?, ¿porque no poder ser feliz mucho antes de obtenerlas? En realidad, no es una idea muy nueva, mas bien, parece que salio de algún libro. Como siempre, ahí es en donde se quedan. Entonces, si lograra poner en práctica mi idea es probable que pudiera ser feliz sin tener absolutamente nada, excepto a mí, y entonces asi atraer amor, éxito, no como una finalidad sino como una recompensa.

Ah lujuriosas utopías, bien las puedo escribir, o simplemente imaginar, y se quedan en mi. Encerradas en unas burbujas, como nubes de conversación o de pensamiento. Me imagino a mi Id según Freud, jugando a ser yo, y yo, queriendo entrar a mi inconciencia. De todo esto, un solo resultado, eso, una utopía. Tendría que cambiar lo que la vida en este mundo me enseño, y enseñarle a mi vida, lo que yo mismo aprendí. Entonces dejaría de existir el dinero porque todo se daría de buena fe, no nos importaría pensar donde viviremos porque al fin, viviremos, olvidaremos cualquier tipo de estandarización que hasta ahora hemos creado para de una buena ves dejar de pensar en que todos somos iguales cuando no es verdad, pero nunca dejara de ser una controversia hasta que dejemos de hablar de eso. O dejaremos de hablar de belleza pues nadie sabe realmente como seria la belleza. Entonces no tendríamos pretextos para ser felices, no abra obstáculos, no tendrá sinónimos.

Tendremos entonces felicidad sin restricciones, amor sin restricciones. Siendo felices amaremos absolutamente todo lo que hacemos, y todo esto, lo lograremos solos. Solo se podrá ser tan feliz como cada quien decida serlo.

Ahh Utopías, tan bonitas como inútiles. No hemos hablado aun de libertad, pero, si no podemos ser libres, como pretendemos ser felices? Si no podemos ser felizmente libres, como queremos amar a otra persona?


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