miércoles, 6 de julio de 2011

Ensayo sobre la delitologia y la maldad

Esto es solo un fragmento de un ensayo a manera de planteamiento de un problema como propuesta de investigacion...

De acuerdo con América Plata, “delito entraña toda violación de la norma o normas impuestas por el estado lo cual conlleva un castigo o una penalidad”. Desde un análisis criminológico, no es posible establecer una definición de delito y por consiguiente de delincuente sin utilizar los límites de la justicia, esto se debe principalmente a que la criminología es una disciplina derivada del derecho penal. Entiendo en ese sentido el malestar de algunos críticos que consideran la inexistencia real del delito por la carga moral que este podría representar, pero como ya ya he dicho, pretendo hablar mas como criminológico (que no soy) y no de derecho penal. Las implicaciones éticas y morales sean o no subjetivas que se deriven de estudios como estos no son materia de la criminología o de la psicología social.

Es verdad que es posible que una persona robe sin saber realmente que este acto sea delito. Primero porque el delito no es una cuestión universal y no es una condición del ser humano, es decir, el conocimiento sobre el delito no es innato incluso, es difícil asegurar que el concepto de maldad (muy relacionado con el de delincuencia) sea innato. La cuestión más clara es preguntarnos ¿el ser humano puede ser malo de nacimiento? Pero si analizamos las conductas que son consideradas como malas y negativas todas caen en los límites de la moral y por consiguiente debió existir un consenso general previamente al juicio del acto para llamarle malo. Para esto, se me ocurre una pregunta aun más complicada: ¿existía la concepción de maldad o bondad antes de que existiera el ser humano?

La Maldad Antropológica

Personalmente yo no considero la maldad como una cuestión innata del ser humano. Seria caer en el error de llamar a la naturaleza mala, situación que creo, está alejada de su posibilidad de entendimiento pues la maldad solo se explica por la moral. El asunto es que hablar de bondad o de maldad es agregarle necesariamente una cuestión moral y por lo tanto de experiencias y aprendizajes al concepto. ¿Habrá maldad en una persona que vive sola y alejada de la sociedad? Probablemente no porque no hay otra persona que lo califique de esa manera.

El juicio moral de la maldad tampoco se explica en la ausencia de una interacción con un entorno. Si la misma persona que digo, vive sola y alejada de la sociedad decide morir, ¿su suicidio sería motivo para calificársele como mala? Habría que pensar primero en la posibilidad de que la persona decida quitarse la vida. Imaginemos por un momento, ¿cómo sería la construcción de sus ideas que lo lleven al suicidio?
Claro que en todo caso serian demasiadas suposiciones pues no se explica como se llega a vivir en esas circunstancias, pero en todo caso, suponiendo todo eso, el individuo sería meramente primitivo. ¿Como explicar la maldad en un individuo primitivo?

Los estudios antropológicos nos explican que no hay ausencia de agresividad pero que la maldad quizás se origine un tiempo después de la presencia del ser humano. Los estudios que se han hecho en la historia sobre maldad como los mas clásicos de Zimbardo o Milgram se han hecho con personas con una historia de vida en la que lógicamente intervienen muchas otras circunstancias por lo que no se puede explicar el origen de la maldad como tal. En todo caso, se puede saber que el ser humano tiene el instinto de agresividad por naturaleza para su supervivencia. Esta claro que hay una diferencia clara entre maldad y agresividad.

La Agresividad Natural

Considero que la maldad así como la bondad, son un valor agregado a la agresividad natural del ser humano. Hablar de cualquiera de estos dos conceptos es hablar simplemente de ausencia del otro. Por eso se puede explicar mejor la ausencia de maldad en un principio de la vida humana, porque la evolución tardo en llegar a este grado; no estoy diciendo que la agresividad evoluciono a la maldad, es importante dejar esto bien claro. Estoy diciendo que la agresividad al entrar en contacto a través de la razón con un entorno, generara ciertos niveles de bondad/maldad. Habrá momentos en los que la agresividad reaccionara positivamente y habrá bondad, por ejemplo, se observa en conductas de liderazgo asertivo. En cambio, cuando la agresividad reacciona de forma negativa con su entorno se originara la maldad, por ejemplo un delito. Ninguno de estos dos conceptos pueden dejar de existir a menos que no hubiera contacto con el entorno, o que no hubiera posibilidad de razonar como es el caso de los animales irracionales. Esto quiere decir, que el entorno y la razón son variables indispensables. Está claro entonces que no existe bondad absoluta ni maldad absoluta. Un animal irracional puede ser muy agresivo o menos agresivo dependiendo de su temperamento, pero su conducta no debe ser considerada como mala pues no existe el elemento racional en dicha conducta, en cambio en el ser humano un individuo puede tener un temperamento muy agresivo pero que al entrar en contacto con la razón e interactuar con el entorno resultara en una conducta considerada como buena. No se deben buscar reglas innatas para estos comportamientos: “temperamento no es destino”. Entonces, cuando hablo de que la evolución tardo en llegar a este grado, me refiero a la evolución de la civilización.

La civilización es la interacción de estas variables, mientras mas grande y compleja sea la civilización, mayor interacción de variables por lo que la expresión de bondad/maldad será mucho mayor.

Dicho esto, entonces maldad sería aquella conducta que responda a la agresividad de manera negativa y que dé cómo resultado una conducta que dañe el contexto en el que se encuentra, limitando la consecución del bien. Cuando esta conducta es seriamente enjuiciada por la sociedad entonces el derecho penal decide nombrarla delito, calificándola como anormal con la finalidad de mantener el orden a través de castigos. Esto significa entonces que no toda la maldad es un delito.
Dicho esto, se puede explicar mejor la clasificación mencionada originalmente sobre las conductas delictivas.

a) aquellos individuos que piensan en conductas delictivas pero no planean hacerlo y tampoco lo ejecutan: Aun cuando solo sea un pensamiento y no exista ni la expresión clara de la agresividad, existe el elemento de maldad en mayor o menor grado. Como no se llega a realizar no puede ser juzgado por la ley pero la moral y la ética pueden hacerlo aunque no necesariamente de forma negativa. El ejemplo sería cuando un trabajador se molesta con su jefe quien le impone tareas fuera de su área, el trabajador puede pensar “te voy a matar”. En este caso, existe agresividad, existe maldad y existe el pensamiento de un delito. Eventualmente el trabajador lo razona y lógicamente sabe que no lo asesinara pero ya existió el pensamiento malicioso.
b) aquellos individuos que piensan en conductas delincuentes, las planean pero no las ejecutan. En este caso, el pensamiento lo lleva a realizar un paso más allá del mero razonamiento pues ya realiza movimientos en función de su pensamiento malicioso. El hecho de que no la ejecute al grado de ser un delito no quiere decir que no sea malo pero pueden existir otras emociones y motivaciones de mas peso para no realizar el acto. Cualquier factor puede influir en el y disparar la conducta hasta llevar a cabo el delito. En este caso la persona presenta maldad, pero su agresividad quizás no sea la suficiente para seguir avanzando. Aquí ya entran otros factores motivacionales, emocionales y de necesidades que influirán en el resultado. Como podemos darnos cuenta, todos los elementos que se agregan en este segundo punto son de interacción.
c) aquellos individuos que piensan en conductas delincuentes pero las ejecutan inadecuadamente: Falta de agresividad, de planeación, de habilidad o alguna capacidad, en cualquier caso se lleva a cabo un acción delictiva. Evidentemente hay maldad aunque este acompañada de otros factores todos ellos serán socioculturales. Este último punto justifica que se califiquen como delincuentes (si es que la ley así lo marca) pues como se ha visto, la maldad existe en todo momento pero no siempre será delictiva, por lo que si existe una clara diferencia entre el delincuente y el no delincuente. No se debe culpar al entorno pues este influye en el pero no lo obliga.

Queda claro que esto ya es delito, y si el individuo puede hablar de necesidad por lo que lo realizo, esto no significa que no sea delito. Existió agresividad, existió maldad y existió el delito porque así lo marca la ley. La ética y la moral pueden discutir sobre su índice de maldad, pero no en el delito porque ya existió una serie de pasos previos que pudieron evitar la acción.

La Conciencia

Definir la conciencia en términos aplicables a la ciencia se ha vuelto un tema primordial para el estudio y el análisis del comportamiento humano, esto quiere decir que aun no existe un método adecuado para estudiar la conciencia de una manera objetiva. John Dewey comienza estableciendo que la conciencia fundamentalmente significa percatarse (De la Fuente, 1998). Aunque no se tenga una definición previa de lo que significa percatarse, consideramos la conciencia como un fenómeno importante que interviene directamente en la toma de decisiones, si consideramos dicha definición, podremos decir que el grado de conciencia de una persona es proporcional al grado de bondad/maldad de un acto. Para eso, consideramos que la conciencia tendrá dos polos, hacia la locura y hacia la elocuencia. Dependerá del estado del individuo para considerar su estado de conciencia.

La Maldad y la Locura

Cuando el individuo se ve afectado en su estado mental, existe una limitante en sus pensamientos y como ya mencionamos, en su conciencia. Como ya se ha visto, la maldad es un elemento dependiente del pensamiento, es el resultado de la suma de varios factores entre ellos uno determinante que es la razón. Pero este pensamiento no tiene que ser necesariamente lógico. Entre menos contacto tenga la persona con la razón menos motivos hay para pensar que la acción es maliciosa aunque esto no quiere decir que no lo sea.

Se puede ser malo sin un motivo personal o un objetivo especifico. Una persona con daño orgánico puede estar exenta de ser medida en cierto grado su índice de maldad, pero aun así lo es. Desde este punto de vista se puede decir que su conciencia está afectada pues no se logra percatar completamente del daño que produce su acto.

La maldad y la elocuencia

La maldad y la elocuencia se llevan muy bien a través del poder. Desmond Morris, en su ensayo “el zoo humano” menciona: “es solo una verdad parcial decir que el poder corrompe. La subyugación extrema puede corromper de igual manera”. Es verdad, como también es verdad que el poder puede llevar un curso positivo en cierta forma. En todo caso, el poder ejerce influencia y esto implica más agresividad. La elocuencia seria más bien dependiente de la inteligencia, considerándose esta como una capacidad. El conocimiento también influye en la elocuencia. Es por eso que el conocimiento, es poder. Estos factores influyen mucho en la maldad de estos individuos quienes conjuntan estas variables. Los políticos, gobernantes, grandes científicos, lideres etc.