miércoles, 13 de junio de 2007

“Crónicas de Una Libertad Encerrada”

Primera Parte

“Algunas veces pierdo demasiado tiempo pensando en si debo de abrir mis ojos o mantenerlos cerrados. Es extraño, pues de repente me pierdo en mis pensamientos y descubro que estoy soñando, y por lo general esta es la razón que me motiva a abrir mis ojos, cruzar esa delgada línea entre lo que uno quiere ser y lo que uno simplemente, es”.

“El Pacto”

Había olvidado completamente donde estaba, luchaba con mis parpados pues algo dentro de mi me decía que simplemente no debía abrirlos, pero mis ojos de gato le ganaron a mi mente, “fui curioso” y aun no he muerto. Me quede observando el cielo. Estando acostado sobre el pasto, tardo unos minutos mas en abrir mi mente después de abrir mis ojos. Me encontraba en una especie de jardín, a mi alrededor había árboles la mayoría de ellos secos, una pequeña barda de piedra apunto de caer, y no muy lejos una casa construida en adobe. Algunos de mis amigos, compañeros u otras personas desconocidas para mi realizando movimientos extraños lo que señalaba que habían abusado del alcohol, o mejor dicho, el alcohol había abusado de ellos.

Yo seguía recostado, en ese momento no me encontraba en mis cinco sentidos, a pesar de no haber ingerido absolutamente nada. Hasta ahora aun no tengo mi adicción, quizás algún día la tenga, como la mayoría de la gente, pero por el momento lo mas que se acerca a una adicción en mi vida es la soledad, parece ser que la necesito cada ves con mas frecuencia. Sufro de este problema desde que tenía 12 años. A este momento de mi vida yo lo llamo “el pacto”. Todo empezó cuando lo que yo creía que era mi conciencia me pidió que no fuera como los demás. El principio de un fin, un fin que de cualquier manera terminara siendo un principio de otro final. Desgraciadamente a esa edad no lo entendía de esa manera y ahora soy lo que soy. Alguna ves se han preguntado que es eso que los hace ser así? La mayoría de las personas culpan a sus padres, en mi caso no los culpo, simplemente se que han influido en mi.

Volviendo a lo de aquella noche, fascinado por el movimiento de las nubes me volví a perder en mis sueños, me ocurre con cierta frecuencia, eso de soñar despierto es un hobbie para mí, aunque no son los típicos sueños de llegar a ser alguien que ya existe. Me encontraba hundido en mi imaginación cuando Sophia se acerco a mí con un gesto de angustia muy usual en ella. En un instante regrese a la realidad y al observar el entorno que me rodeaba, recordé porque no quería abrir mis ojos. Sophia me pidió que nos fuéramos ya de la fiesta, se encontraba con una mirada de tristeza que yo no comprendía. No pasó mucho tiempo para cuando yo ya había resuelto esa duda, frente a mis ojos y los de Sophia se encontraba una imagen bastante triste, con la diferencia de que yo la observaba con interés y mi amiga con repudio. Por un instante detuve una de las imágenes que veía como si se tratara de una fotografía, congelada, con los rostros de quienes alguna ves había considerado mis amigos, deformes por dentro, y algunos también por fuera.

Quedó plasmada en mi mente para siempre y desde entonces he estudiado cada punto de esa imagen tratando de evitar algún día formar parte de ella.

Es este el momento que mi inconciencia había estado buscando para lograr convencerme de quien era en realidad. A partir de ese instante, mi libertad quedó dañada por mi ideal, a pesar de que irónicamente, yo acostumbro nombrar “libertad” a mi ideal.

Para Sophia y para mi esa era una realidad con la que tendríamos que lidiar y a pesar de que pensábamos diferente al final sabíamos que había una cosa en común, iniciábamos nuestra adolescencia en una sociedad a la que no mostrábamos mucha disposición de aceptar.

Se que quizás ahora he visto escenas mucho mas tristes, pero también se que las emociones van cambiando, y junto con ellas, cambian lo que sentimos cuando estamos ante situaciones nuevas o diferentes. Tal vez es lo que la gente ha decidido nombrar vulgarmente como “ser más fríos.” En aquella época yo no pude serlo, aunque me contuve un poco mas que mi amiga, no logre evitar la sensación de escalofrió en mi cuerpo por ver algo que no me gustaba, que no esperaba, que no había visto antes. El sentimiento de decepción se apodero de mi y no dude en juzgar a quienes se encontraban ahí.

No hay comentarios: